Por: George Stevens Achury Roa
“… después de estas elecciones tiene que nacer una oposición que entienda el voto de la otra mitad del país”.
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El país vivió una de las elecciones mas controversiales e inesperadas de su historia mas reciente, por un lado, se encontraba un ingeniero que inicio una campaña basada en sus redes sociales, el cual generó su fama por la manera en que gobernó la alcaldía de Bucaramanga, hasta el proceso de la recolección de firmas para inscribir su candidatura, siempre lidero las banderas de la lucha anticorrupción, pero su candidatura trajo palabras y frases controvertidas que lo acompañaron hasta el final de la segunda vuelta y lo dejaron a 700.000 votos de ser el presidente de los colombianos, como lo dije desde un principio estas elecciones fueron controversiales e inesperadas.
Pero porque decimos que controversiales, para muchos no es de extrañar la manera en que los diferentes candidatos hicieron su campaña, unos basados en la decencia y la búsqueda de votos en las calles, otros por medio de las redes sociales y algunas argumentados en el todo vale, aún las alianzas con los corruptos.
La tibieza en algunos lideres políticos y la manera de gobernar permitieron que un político abiertamente de izquierda liderara el país, aunque si bien es cierto la llegada de Gustavo Petro al poder no obedece solo a los liderazgos tibios de los políticos, existen cosas que le dieron el triunfo este 19 de junio, entre las que están, estrategias bien elaboradas, algunas alianzas cuestionables y la poca participación de sectores y departamentos que se manifestaron en primera vuelta como el departamento de Antioquia. Cabe resaltar que fuera, cual fuera el resultado del pasado domingo tendríamos un hecho histórico y es que por primera vez tendríamos a una vicepresidenta afro que acompañaría al próximo presidente durante los próximos 4 años.
Sin duda alguna estas elecciones muestran un panorama no tan claro para el país y el cual muchos expertos nacionales e internacionales creen que será un estado totalitario y alejado del sector privado, lo único cierto es que existen grandes retos, miedos e incertidumbres que deben ser bien leídos y escuchados no solo por el ejecutivo, sino también por el legislativo que tendrá que tomar una decisión que permita fortalecer y mantener la institucionalidad y que no permitan que los miedos de los mas de 10 millones de colombianos se haga realidad, después de estas elecciones tiene que nacer una oposición que entienda el voto de la otra mitad del país. La decisión del pueblo debe ser soberana y aunque se esté de acuerdo o no, fue la voz de una mayoría que respalda un programa de gobierno, solo queda esperar, confiar en Dios y creer que en nuestro próximo llamado a las urnas tomaremos las mejores decisiones.
